
Cuando comenzamos la carrera de periodismo lo hacemos con mucha ilusión y con ganas de trabajar en un futuro en los medios de comunicación.
La carrera, en muchos casos, resulta frustrante porque no es lo que esperas. Nos encontramos con demasiada teoría y poca práctica.
La oportunidad para adentrarnos en el mundo del periodismo se nos presenta a través de las prácticas lo que estamos aprendiendo en clase. La teoría a veces es muy diferente a la práctica y es muy importante ver como funciona un medio por dentro para conocer del todo este mundo de la comunicación.
Una vez que acabamos nuestra formación volvemos a estas empresas para hacer más prácticas e integrarnos del todo en este mundo. Sin embargo, nos encontramos con el problema de los contratos.
Todo era muy bonito cuando sólo íbamos tres meses, nos daban créditos de libre configuración y a algún que otro afortunado una pequeña recompensa. Pero ahora, cuando lo que necesitamos es un pequeño contrato, una oportunidad para hacernos un hueco, nos encontramos con contratos de becarios muy poco remunerados o incluso ni eso.
Cuando pasan unos cuantos meses y se acaba tu nefasto contrato en lugar de incluirte en la plantilla, te sustituyen por otra becaria.
Este procedimiento es mucho más rentable para las empresas periodísticas. Estamos hablando de que a un becario quizás le pagan 500 euros en lugar de 1.200 que le pagarían a un redactor normal en plantilla.
Ante esto, las posibilidades que se nos abren cuando terminamos nuestros estudios son muy limitadas.
Y esto no es todo, esta situación tiene más consecuencias, por ejemplo, la calidad del producto periodístico.
Desde hace algún tiempo la sociedad en general se queja de la falta de calidad en el periodismo. Dejando a un lado el problema del sensacionalismo y del negocio que se está haciendo de la información entre otras cosas, la falta de buenos profesionales tiene la culpa.
Está claro que cuando salimos de la facultad no tenemos los mismos conocimientos de la materia que lleve muchos años trabajando. Y esto se refleja en el trabajo realizado.
Por eso, dado que muchos medios utilizan becarios para ahorrarse dinero, la calidad de su información es menor. Si se quiere hacer un bueno producto se tiene que utilizar un material de calidad. Para que lleguemos a ser buenos profesionales se nos tiene que dar la oportunidad y para ello, puestos de trabajo.
Todo esto nos tiene que hacer reflexionar acerca de la situación laboral de los periodistas actualmente. No sólo porque seamos estudiantes de periodismo, sino porque todo el mundo necesita que le den una oportunidad para demostrar lo que se vale.
La carrera, en muchos casos, resulta frustrante porque no es lo que esperas. Nos encontramos con demasiada teoría y poca práctica.
La oportunidad para adentrarnos en el mundo del periodismo se nos presenta a través de las prácticas lo que estamos aprendiendo en clase. La teoría a veces es muy diferente a la práctica y es muy importante ver como funciona un medio por dentro para conocer del todo este mundo de la comunicación.
Una vez que acabamos nuestra formación volvemos a estas empresas para hacer más prácticas e integrarnos del todo en este mundo. Sin embargo, nos encontramos con el problema de los contratos.
Todo era muy bonito cuando sólo íbamos tres meses, nos daban créditos de libre configuración y a algún que otro afortunado una pequeña recompensa. Pero ahora, cuando lo que necesitamos es un pequeño contrato, una oportunidad para hacernos un hueco, nos encontramos con contratos de becarios muy poco remunerados o incluso ni eso.
Cuando pasan unos cuantos meses y se acaba tu nefasto contrato en lugar de incluirte en la plantilla, te sustituyen por otra becaria.
Este procedimiento es mucho más rentable para las empresas periodísticas. Estamos hablando de que a un becario quizás le pagan 500 euros en lugar de 1.200 que le pagarían a un redactor normal en plantilla.
Ante esto, las posibilidades que se nos abren cuando terminamos nuestros estudios son muy limitadas.
Y esto no es todo, esta situación tiene más consecuencias, por ejemplo, la calidad del producto periodístico.
Desde hace algún tiempo la sociedad en general se queja de la falta de calidad en el periodismo. Dejando a un lado el problema del sensacionalismo y del negocio que se está haciendo de la información entre otras cosas, la falta de buenos profesionales tiene la culpa.
Está claro que cuando salimos de la facultad no tenemos los mismos conocimientos de la materia que lleve muchos años trabajando. Y esto se refleja en el trabajo realizado.
Por eso, dado que muchos medios utilizan becarios para ahorrarse dinero, la calidad de su información es menor. Si se quiere hacer un bueno producto se tiene que utilizar un material de calidad. Para que lleguemos a ser buenos profesionales se nos tiene que dar la oportunidad y para ello, puestos de trabajo.
Todo esto nos tiene que hacer reflexionar acerca de la situación laboral de los periodistas actualmente. No sólo porque seamos estudiantes de periodismo, sino porque todo el mundo necesita que le den una oportunidad para demostrar lo que se vale.